sábado, 1 de abril de 2023

EUCARISTÍA Y CEREMONIA DEL TÉ: Sen no Rykiu, el gran maestro sacrificado por Hideyoshi -La Iberia de Angel y Chiho (capítulo décimo)-

Los artículos se desarrollan en un texto escrito en negro y se acompañan de imágenes (con un comentario explicativo en rojo). Podrán leerse completos; pero si desea hacerlo entre líneas, bastará con seguir la negrilla o las letras rojas destacadas.

ÍNDICE GENERAL: Pulsando el siguiente enlace, se llega a un índice general, que contiene los artículos que hemos editado en “DEL CIPANGO AL SPANGO". PARA LLEGAR A ELLOS, hacer clik sobre: https://delcipangoalspango.blogspot.com/2023/01/indice-de-articulos-de-del-cipango-al.html





SOBRE JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Arriba, Calvario gótico expuesto en el Museo Diocesano de Palencia (al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Al lado, Cristo atado a la columna; talla popular del siglo XVIII, tal como se expone en la capilla de su cofradía, en la iglesia de Santa María de Medina de Rioseco, Valladolid (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Abajo, Cristo yacente, obra atribuida a José de Rozas (hacia 1690) , tal como se expone en la Colegiata de Toro, Zamora (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).







JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, Piedad barroca expuesta en la Iglesia de San Francisco, en Betanzos; Coruña (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Abajo, Ecce Homo, que fue representando junto a la Columna; tal como lo expone el Museo de Beja, Portugal (al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, Calvario en la iglesia de Santa María, de Boadilla del Camino; Palencia (a la que agradecemos, nos permita divulgar nuestra imagen). Abajo, maravilloso cuadro de Sorolla, pintado en 1910, que representa una crucifixión; propiedad de La Cartuja de Miraflores, Burgos (a la que agradecemos, nos permita divulgar nuestra imagen). Al parecer, fue regalado por Joaquín Sorolla a uno de los monjes, quien lo conservó en su oratorio hasta su fallecimiento; habiendo sido donado por la familia del cartujano.




BAJO ESTAS LÍNEAS: Cristo atado a la Columna, obra que considero de Gil de Siloé y que se halla en la maravillosa iglesia de San Gil Abad, de Burgos (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Es muy semejante al Ecce Homo atribuido al mismo autor, que guarda la catedral de Palencia.



Consagración y Ceremonia del Té:

A) Liturgia y primeros misioneros llegados al Japón:

En mi trabajo sobre el Mundo Nambán (1); expusimos la gran síncresis religiosa y cultural que se produjo con la llegada de los primeros europeos a la isla del Cipango, a mediados del siglo XVI. Un momento en el que no solo se inició un gran trasvase de mercancías entre Europa y el Oriente Lejano; sino principalmente, un profundo intercambio de ideas, filosofías, modas y modos de vida. Todo lo que promovió una curiosa “edad de oro” en el Japón, que pronto se traslada a Portugal y a España. Logrando un enorme progreso económico en ambos lados del Planeta; hemisferios que durante casi un siglo permanecieron en pleno contacto. Suponiendo este hecho, un avance inigualable para el conocimiento y el mercado; situación que permaneció en crecimiento desde mediados del siglo XVI a comienzos del XVII. Logrando la primera globalización, dominada por la Península Ibérica; desde la que se enviaban continuos galeones, cargados de mercancías, transportando asimismo sacerdotes y pasajeros occidentales. Barcos procedentes de Lisboa, que navegaban hasta China, o al Sur del Japón; vía Cabo de la Esperanza y La India. Al tiempo que desde Sevilla partían naos, con destino a México; uniendo su ruta por tierra a los puertos de Acapulco, donde zarpaban vía a Osaka, pasando por Filipinas. Enormes cargueros, de gran cabotaje y denominadas Galeones de Manila, con capacidad para miles de pasajeros y millones de toneladas mercantes; donde se trasladaban los hispanos interesados en viajar hasta el Oriente de Asia.

Con la llegada de esos primeros Europeos al País del Sol Naciente, se produjo la conversión al cristianismo en una gran parte de la nobleza nippona -asentada en la zona más meridional japonesa-. Naciendo así una verdadera fusión de filosofías y de estilos artísticos; llegando a confundirse conceptualmente usos y ceremonias occidentales, con las orientales. Una de ellas fue la Misa, que se identificó con la famosa Ceremonia del Te; rito milenario, de origen chino, que en el siglo XVI constituía un arte relacionado con la religión y la estética más profunda del Mikado. Pero que, con la llegada de los misioneros jesuitas y franciscanos, sufrió una transformación; considerándose una participación semejante a la Eucaristía. Para comprender lo que expongo y el valor que otorgaban al té los primeros sacerdotes cristianos arribados a Japón; hemos de considerar que durante los primeros años se vieron allí sin elementos litúrgicos. Por cuanto -en mi opinión- celebrarían sus consagraciones con te y pastas, debido a la inexistencia de pan y vino. Dos “vituallas” que fueron llevadas por los viajeros europeos en los tiempos que Francisco Javier visitaba el Nippon (en 1549, mas de un lustro después de la aparición de los misioneros cristianos en la zona). Por cuanto esos primeros misioneros, cuando carecían de vino -bebida inexistente por entonces en aquellas tierras- pudieron oficiar con sake y obleas de arroz (osenmbe); pese a considerarse el licor y las galletas de arroz, elementos sagrados para el sintoismo. Por cuanto, a mi juicio, el uso del té y sus pastas debió de ser lo que más se utilizaría en la celebración eucarística; incluso para la síncresis y por mejorar la comprensión de la Misa entre los nippones.

Lo anteriormente expuesto, explicaría la enorme importancia que daban a la Ceremonia del Té, los jesuitas, emigrados al Japón durante el siglo XVI. Tanta, que sus grandes próceres recomendaban a todo sacerdote, ser maestro en este arte de servir la bebida nippona. Debido a ello, levantaban Casas de Té en el interior de los seminarios. Lo que explicábamos con las siguientes palabras en nuestro trabajo sobre la etapa Nambán: Por cuanto narramos, Valignano recalcó en la necesidad de que los misioneros apreciaran este arte. Ordenando que cada residencia jesuita importante tuviera un salón de té -al modo de Sen Rykiu-, donde la ceremonia pudiera realizarse con el debido decoro para honrar a los visitantes distinguidos. Algunos de los misioneros más experimentados eran expertos en este tema y Joáo Rodrigues escribió -en su História da Igreja do Japáo- el modo en que muchos de los cristianos conversos; fueron destacados por su habilidad y percepción de este rito "teístico". Destacando entre ellos el famoso noble Takayama Ukon; que creó escuela en su discernimiento de los valores estéticos relacionados con el arte de la ceremonia de esta bebida. Asimismo, tres de los siete famosos discípulos del gran Sen no Rykiu, eran cristianos y participaron con el gran filósofo en difundir la referida ceremonia" -ver cita (1) -.

Tras lo expuesto y para finalizar esta introducción a las imágenes que se exhiben en el capítulo de hoy; diremos que el altar de la Consagración cristiana, fue en parte recreado en el Japón del siglo XVI, influenciando en el diseño y significado de Ceremonia de esta infusión. Siendo la Casa del Té reformada en su concepto, tras la llegada de los europeos al lejano Oriente. Transformando su significado, como lugar donde todos debían meditar, ser humildes y mejorar (tal como marcaban las filosofías chinas). Pasando a convertirse en una habitáculo con "cierto carácter mágico", donde la presencia de los dioses era ineludibe. Una especie de Sancta Santorum, similar al altar del cristiano; donde un número de iniciados se reunían para oficiar ese rito milenario del Té. Siendo así, entenderemos que las partes de una Ceremonia "teística", fueran marcadas y comprendidas por los maestros del siglo XVI; del mismo modo que lo son las fases de una misa. Al significar cada uno de esos movimientos del te, un "hecho sacralizado"; por lo que debían seguirse y hacerse de manera exacta y perfecta. De forma idéntica en que el sacerdote oficia: Vistiendo con arreglo a la liturgia, abriendo y cerrando la ceremonia, dando paso a cada momento de la celebración; e incluso, repitiendo unos mismos movimientos, para verter el vino o limpiar las vinajeras. Motivos que llevaron a identificar los ritos del Te, con la Eucaristía; entre los japoneses que primero vieron una misa.



SOBRE Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Dos imágenes del imponente Cristo atado a la columna, obra de Sebastián Ducete; tal como la muestra la maravillosa iglesia de San Gil Abad, en Burgos (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestras imágenes). Observemos en la foto primera el magnífico retablo que tiene esta estatua a su espalda.





JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, precioso Cristo de pequeño tamaño, que se guarda en la sacristía de la iglesia de San Gil Abad, de Burgos (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Abajo, Cristo en Majestad; pieza románica en Marfil, coronada en oro (cercano al siglo XII), tal como se expone en el Museo de la Catedral de Burgos (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).










JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, Cristo de Las Batallas, en una de las capillas dedicadas a su culto, en la iglesia de San Gil, Abad; de Burgos (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Abajo, Calvario gótico, recientemente restaurado (quizá en exceso) perteneciente a la iglesia de San Pedro, en Fuentes de Nava, Palencia (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).





BAJO ESTAS LÍNEAS: Cristo llamado de Valmaseda, depositado en la iglesia de San Pedro de Fuentes de Nava, Palencia (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen) . Fue llevado para procesionar y articulado para que cupiese en el ataúd del Paso. A mi juicio, pudiera ser obra de Alonso Berruguete o de su taller.






JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes de Cristos en la Catedral de Jeréz de la Frontera, Cádiz (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Al lado, Crucificado central del templo. Abajo, uno de los Crucificados situados en su interior.









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, lateral de la nave principal en la iglesia de Santiago de Cádiz , capital (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Abajo, otro Crucificado expuesto en la catedral de Jeréz de la Frontera, Cádiz (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).










JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, Cristo atado a la columna en la iglesia de San Juan de Dios, de Cádiz capital (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Abajo, magnífica talla expuesta en la parroquia de Santa Ma. la Blanca, en Sevilla, capital (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos obras de Pedro Millán (hacia 1485) expuestas en el Museo de Bellas Artes de Sevilla (al que agradecemos nos permita divulgar nuestras imágenes). Al lado, Varón de los Dolores, entre ángeles. Abajo, Entierro de Cristo









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, Calvario barroco en la iglesia de Capilla, Zamora (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Abajo, Cristo expirando, obra de Francisco de Zurbarán, propiedad del Museo de Bellas Artes de Sevilla (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Observemos a Chiho junto al cuadro, lo que hace entender la escala y tamaño del lienzo, así como su sentido. Pues el barroco pretende incorporar las figuras bíblicas a la vida cotidiana.








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, Cristo yacente del círculo de Siolé, en una urna de cristal, perteneciente a la Catedral de Burgos (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Abajo, Cristo atado a la columna, obra de Diego de Siloé; también propiedad de la catedral burgalesa (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, réplica de la obra anterior, para procesionar (tal como la expone la catedral de Burgos a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Abajo, Cristo yacente, en la Capilla de la Presentación de la Catedral de Burgos (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, retablo y Cristo en la iglesia de Cisneros, Palencia (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Abajo, Cristo yacente, obra de Gregorio Fernández -1631-, en la catedral de Segovia (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).






BAJO ESTAS LÍNEAS: otra imagen del imponente Cristo yacente de Gregorio Fernández, expuesto en la catedral de Segovia (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).





JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos fotografías de un bello Ecce Homo napolitano, también propiedad de la Catedral de Segovia (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). A su lado, vemos a Chiho; para comprender su tamaño y situación.







BAJO ESTAS LÍNEAS: otra imagen del mismo Ecce Homo de escuela napolitana y del siglo XVI.




JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEA
S: Al lado, impresionante crucificado gótico que adorna una de las paredes de la catedral de Segovia (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Abajo, una de las grandes obras de arte del siglo XVII español: El retablo del Santo Entierro, de la catedral de Segovia (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Tallado por Juan de Juni, compone una escena inigualable donde se expresa el Llanto por la Muerte de Cristo, de un modo en que los personajes pueden parecer actores convertidos en ángeles. Ha sido restaurado recientemente, con gran acierto; siendo su contemplación un verdadero espectáculo.






JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEA
S: Al lado, Calvario del siglo XVI, situado sobre uno de los pasos en la catedral de Cuenca (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Abajo, Chiho junto a un precioso Calvario gótico, situado a la entrada del claustro, en la catedral de Segovia (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Como podemos ver, las esculturas son de tamaño natural y sus trazas de un refinamiento, que bien pudieran estar relacionadas con los maestros más importantes de su época (Sebastián de Almonacid o bien otro gran escultor).








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes de la Resurección de Cristo, representada en una pequeña talla que se muestra en el Museo Diocesano de Cuenca (al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Sin duda alguna se trata de un modelo inspirado en los cuadros italianos del Renacimiento y los experto del museo creen pudiera relacionarse con el círculo de Diego de Tiedra.







JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEA
S: dos imágenes de El Calvario de Afonso VIII; obra que se supone donada por este rey a la Catedral de Cuenca y actualmente en el Museo Diocesano de esta ciudad (al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Abajo, Chiho tomando la fotografía del Cristo, que vemos a nuestro lado. Observamos que las imágenes son tamaño natural y muy semejantes a las que antes hemos visto en el Calvario de la catedral de Segovia, situado a la salida hacia el claustro. En este caso, se han restaurado sin añadir policromía y se expone sobre una magnífica alfombra de Cuenca.







JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
dos fotografías de un Entierro de Cristo obra de Felipe de Bigarny, tal como lo expone el Museo Diocesano de Palencia (al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).






JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Al lado, Calvario del siglo XVI en la iglesia de Miranda del Castañar, Salamanca (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Abajo, famosísima talla del Entierro de Cristo, que preside el Altar del Hospital de La Caridad de Sevilla (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Obra de Pedro Roldán (hacia 1670) es otro de los grandes conjuntos escultóricos del arte español.





JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, medallón con un Ecce Homo, que decora la iglesia del Hospital de La Caridad de Sevilla (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Posiblemente es obra de Luisa Roldán, hija de Pedro. Abajo, espectacular Ecce Homo de Pedro Roldán, conservado en la iglesia del Hospital de La Caridad de Sevilla (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, Calvario de la iglesia Santos Justo y Pastor de Toledo (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Abajo, conjunto de esculturas populares en la parroquia de Villafáfila, Zamora (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEA
S: Al lado, Cristo de las Batallas en la iglesia de Carbonero el Mayor, Segovia (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Se trata de un pequeño retablo que figura junto al famoso y principal, pintado por la Escuela Internacional y cercano a Berenson. Abajo, curiosa Piedad que contiene una hornacina de la iglesia de Villafáfila, Zamora (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Posiblemente se relacione con el taller de Diego de Tiedra.







JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, Cristo gótico de la parroquia de Iglesias, Burgos (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). En el momento de fotografiarlo, se encontraba preparado para procesionarlo. Abajo, Cristo románico en majestad; expuesto en la Catedral de Ávila (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).







BAJO ESTAS LÍNEAS: Piedad esculpida por Juan de Juni, propiedad del Museo de las Ferias de Medina del Campo (al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).





SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
varias imágenes del Santo Cristo de los Gascones; imagen articulada de siglo XI, cuya leyenda indica que se trajo a lomos de una yegua desde la Gascuña francesa, portada por los habitantes de esos pueblos, cuando vinieron a Segovia para repoblarla después de su reconquista en el 1085. Se expone en la iglesia de Santos Justo y Pastor de esta ciudad (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).





JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, Crucificado en la catedral de Santo Domingo de la Calzada (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Abajo, retablo con Calvario en la iglesia de San Miguel, de Cuéllar (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEA
S: Al lado, retablo de Iglesias, Burgos (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). En su zona central vemos un lienzo muy deteriorado, donde se representa el curioso Cristo de Burgos; que se asienta sobre tres o cuatro huevos de grandes dimensiones. Inicialmente, se pensaba eran de avestruz y han resultado ser de dinosaurio. La leyenda dice que en el siglo XVI, un comerciante burgalés regaló esta escultura, que halló flotando en el mar; con un nido de gaviotas en la parte baja. Finalmente, aquel viajero que había encontrado el crucificado, donó unos huevos gigantescos, para rememorar el nido que bajo la cuz había. Normalmente, en todas las copias de este Cristo de Burgos, se han puesto huevos de avestruz; aunque se sabe que quien donó el verdadero ejemplar, regaló cuatro huevos de dinosaurio, cuyo valor en su época debía ser incalculable. Abajo, Cristo Resucitado, en una talla popular conservada en una iglesia de Olmillo de Sasamón (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).




JUNTO ESTAS LÍNEAS: Crucificado gótico, transición románico; conservado en la iglesia de Los Balbases, Burgos (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).











JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes de un cristo gótico en la abadía de Santa Ma. de la Dehesa Brava, de Husillos; Palencia (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).










JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes de la Piedad de Batalla, Portugal; expuesta en el altar mayor de la abadía de Batalha (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).







JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes de Cristo yacente de Batalla, Portugal; expuesta en el altar mayor de la abadía de Batalha (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).





BAJO ESTAS LÍNEAS: Calvario románico expuesto en el Museo catedralicio de Atorga, León (al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).






JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos Ecce Homo, expuestos en el museo de la iglesia de San Pedro, de Fromista, Palencia (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEA
S: dos fotografías de un Cristo yacente en su urna, conservado en el museo de la iglesia de San Pedro, de Fromista, Palencia (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen)








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos vistas del Cristo gótico primitivo, expuesto en La Colegiata de la Asunción, de Pastrana, Guadalajara (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen)










JUNTO ESTAS LÍNEAS: detalle de un Calvario situado en una ventana románica, en el interior de la Catedral de Santiago de Compostela (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen)








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, altar en la curiosa iglesia de Mixos, junto a Verín (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Se trata de un templo posiblemente de origen romano, reconstruido por los templarios y olvidado por la Historia; siendo probablemente la primera fundación de lo que más tarde se convertiría en Verín. Abajo, Santo Cristo de Orense; tal como lo expone la catedral orensana (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).







JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:  dos Cristos en Majestad, románicos, conservados en la catedral vieja de Salamanca  (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Abajo, Cristo en majestad del siglo XI, llamado DE LAS BATALLAS, que se veneró con gran fama durante los siglos XVI y XVII. Se considera que la imagen fue traída desde Valencia por Jerónimo de Perigord, el capellán de Rodrigo Díaz de Vivar y posterior obispo salmantino; por lo que se cree, era el Crucificado que portaba El Cid. Al lado, reconstrucción de la imagen, tal y como estaba antes de ser restaurada; a estar revestida por una capa de policromía muy posterior, asimismo dispuesto en un modo similar al que pudo venerarse en el siglo X










JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, Calvario en la iglesia de La Trinidad de Atienza, Guadalajara (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Abajo, Entierro de Cristo en la catedral de Tuy, Pontevedra (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Su estilo se acerca claramente a Alejo de Vahía.









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, Cristo románico tardío en la iglesia de La Asunción de Dueñas, Palencia (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Abajo, magnífico Cristo en marfil que se expone en la sacristía de la misma iglesia de Dueñas (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).







B) Sen no Rykiu, el gran maestro japonés:

La Ceremonia del Te finamente fue institucionalizada por el más importante transformador de de ese rito, llamado Sen No Rykiu. Cuya vida y muerte giró entorno a esta celebración, a su función, junto al pequeño “altar” o “casa” que él creó para su señor (llamado Hideyoshi). Era el maestro filósofo de la moral y de la estética de un gran shogun; aunque -tristemente- su “amo” un día decidió que ese distinguido súbdito, debía ser condenado a pena capital. El motivo para que Hideyoshi ordenase morir a Sen no Rykiu, se fundó en intrigas palaciegas; debido a que el famoso artista participaba activamente en política y en el orden social de su época. Ante diferencias de opinión, o bien falsas acusaciones de traición; el maestro no pudo defenderse y su señor le ordenó morir. Así fue como el creador de la Casa del Té, que había institucionalizado los nuevos modos y ritos de aquella infusión; reunió a sus discípulos para celebrar una “ultima ceremonia” junto a ellos. Después de que todos tomasen unidos la infusión, se ofreció en sacrificio por su propia mano; dándose muerte a sí mismo. Unos hechos que suceden en el Japón de 1591, cuando todavía los misioneros cristianos bautizaban en masa a los habitantes de las islas del Sur; pese a haber sufrido algunos episodios de persecución y martirio.

Si lugar a dudas, la muerte del gran maestro Rykiu y su última Ceremonia del Té (antes de hacerse el Sepuku -llamado en Europa harakiri-), podemos relacionarla con escenas de la Última Cena. Siendo quizás este el gran misterio que quedó latente en el ritual heredado, sobre aquella infusión. Cuyo enigma continúa siendo uno de los de más arraigo cultural y mayor secreto iniciático en el País del Sol Naciente. Así fue como desde la época de contacto con cristianos (Nambán), en Japón creció la fama de la Ceremonia del Té, heredada e institucionalizada por el maestro en artes de Hideyoshi, que fue obligado a sacrificarse para morir con honor. Un filósofo y esteta, que capitaneaba el pensamiento y las modas de esta época tan llamativa del Mikado; trabajando bajo el mando (o protección) de un General de gran prestigio, pero al que pasaron a apodar “el mono”. Sobrenombre insultante, que le dieron no solo debido a su origen campesino y a su dureza de modales; sino principalmente porque obligó a suicidarse al gran iniciado Rykiu. Quien antes de su muerte, estableció las reglas de la Ceremonia del Té, con un nuevo protocolo que -a mi juicio- tuvo su inspiración en las misas católicas.




SOBRE JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEA
S: Arriba, Crucificado gótico tardío, de trazas flamencas, expuesto en el Museo de Santa María, en Becerril de Campos, Palencia (al que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Al lado vista posterior de la talla de un Cristo atado a la columna, gótico; de autor alemán. Abajo, Chiho junto a Agnes Pougheol, observando el Ecce Homo alemán perteneciente al museo de Santa Ma., de Becerril de Campos, Palencia (al que agradecemos nos permita divulgar la imagen).









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEA
S: Al lado, otro de los crucificados expuestos en el mismo museo de Becerril de Campos, Palencia
(al que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, Entierro de Cristo también propiedad del Museo de Becerril de Campos; se trata de una obra atribuida a Alejo de Vahía.









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, un Cristo Yacente articulado primitivo, tal como se exhibía en la exposición EL ALMACÉN, LUGAR DE LOS INVISIBLES; que se realizó en el año 2019, en el Palacio de Villena, Valladolid (al que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, Chiho en sala de Crucificados, que se exhibía en esa exposición EL ALMACÉN, LUGAR DE LOS INVISIBLES; del Palacio de Villena, Valladolid (al que agradecemos nos permita divulgar la imagen).






BAJO ESTAS LÍNEAS: Piedad, intitulada Quinta Angustia; atribuida a Pinedo (hacia 1615) propiedad de la catedral de El Burgo de Osma, Soria (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen).





JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, magnífica Piedad expuesta en la parroquia de San Eutropio, de El Espinar; Segovia (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen) Abajo, tímpano de entrada a la iglesia de El Paular, en Rascafría; Madrid (al que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Se observa una restauración excesiva en la policromía de esta bella estampa labrada en piedra caliza.








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEA
S: Al lado, dos imágenes de Chiho junto a un maravilloso Ecce Homo de Pedro de Mena, tal como se exponía en LA INVENCIÓN DEL CUERPO; MUSEO NACIONAL DE ESCULTURA del Palacio de Villena, Valladolid (al que agradecemos nos permita divulgar la imagen).






BAJO ESTAS LÍNEAS: Cristos que se exhibían a la entrada de la exposición LA INVENCIÓN DEL CUERPO; MUSEO NACIONAL DE ESCULTURA del Palacio de Villena, Valladolid (al que agradecemos nos permita divulgar la imagen). En la fotografía vemos a Chiho observando un bajorrelieve atribuido a Gil de Siloé.





JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, Ecce Homo de Alonso Berruguete, tal como se exhibía en la exposición sobre ALONSO DE BERRUGUETE; MUSEO NACIONAL DE ESCULTURA del Palacio de Villena, Valladolid (al que agradecemos nos permita divulgar la imagen). A su lado, un fauno romano que se considera sobre el que se ha inspirado el autor, para el escorzo del cuerpo del Cristo atado. Abajo, la misma escultura de Alonso Berruguete, tal como se expone en el Museo Nacional de Escultura, Colegio de San Gregorio de Valladolid (al que agradecemos nos permita divulgar la imagen).





BAJO ESTAS LÍNEAS: Calvario tallado por Alonso de Berruguete, que coronaba el retablo de San Benito de Valladolid (desmontado tras la desamortización). Lo vemos tal como se exhibía en la exposición sobre ALONSO BERRUGUETE; MUSEO NACIONAL DE ESCULTURA del Palacio de Villena, Valladolid (al que agradecemos nos permita divulgar la imagen).




JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEA
S: Al lado, Calvario esculpido por Gregorio Fernández, tal como se exhibe en el Museo Nacional de Escultura, Colegio de San Gregorio de Valladolid (al que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, Piedad junto a un Calvario, esculpido por Gregorio Fernández, tal como se exhibe en el Museo Nacional de Escultura, Colegio de San Gregorio de Valladolid (al que agradecemos nos permita divulgar la imagen).







BAJO ESTAS LÍNEAS: El conjunto, esculpido por Gregorio Fernández, tal como se exhibe en el Museo Nacional de Escultura, Colegio de San Gregorio de Valladolid (al que agradecemos nos permita divulgar la imagen).





JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, Cristo gótico primitivo, expuesto en la iglesia de Gumiel de Izán, Burgos (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, imponente conjunto de Dolorosa junto a Cristo yacente, tal como se expone durante la Semana Santa en el Monasterio de Santa Ana y San Joaquín, de Valladolid (al que agradecemos nos permita divulgar la imagen). La Dolorosa es una de las grandes piezas de Pedro de Mena y el Cristo, de Gregorio Fernández.








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, Crucificado gótico, expuesto en la iglesia de San Nicolás, Burgos. Abajo, foto del Retablo de la Colegiata de Oña, Burgos (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). En su centro podemos ver un interesante Crucificado románico tardío.









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, detalle de una de las paredes laterales con un Calvario, en la Colegiata de Ampudia, Palencia (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, foto del altar en la parroquia de San Román de Hornija, Zamora (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Esta iglesia, donde se halla la tumba de Chindasvinto, fue reconstruida en los siglos XVII y XVIII; coetáneos a las figuras que vemos.







JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Al lado, Cristo también perteneciente a la iglesia de San Román de Hornija, Zamora (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, Crucificado gótico tardío de la catedral de Braganza, Portugal (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen).










JUNTO ESTAS LÍNEAS:
altar mayor en la catedral de Braganza, Portugal(a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). En la fotografía vemos el Crucificado anterior y a Chiho a la derecha, lo que deja ver su escala.












JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos Ecce Homo portugueses, expuestos en el Museo de Lamego, Portugal (al que agradecemos nos permita divulgar la imagen).









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, Cristo sobre un altar con relicario, perteneciente a la iglesia de La Alberca, Salamanca (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, otro Crucificado sobre un altar con relicario; esta vez perteneciente a la iglesia de San Miguel, en Medina del Campo, Valladolid (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen).









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, altar mayor y retablo en la iglesia de San Miguel, de Medina del Campo, Valladolid (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, Crucificado del altar mayor del Monasterio de Santa Clara, en Medina del Campo, Valladolid (al que agradecemos nos permita divulgar la imagen).








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEA
S: Al lado, Cristo de Las Injurias, expuesto en el altar mayor de la capilla del Cristo, en el Real Hospital de Madrigal de las Altas Torres, Ávila (al que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Se trata de una talla gótica muy venerada y famosa por haber sido el Crucificado al que rezaron Isabel la Católica (nacida en Madrigal) y Ana de Austria, hija de Don Juan de Austria; ingresada en el monasterio de esta localidad. Abajo, Crucificado del retablo de la parroquia de Capillas, Zamora (al que agradecemos nos permita divulgar la imagen).








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, Cristo que se halla guardado en la sacristía de a iglesia de Capillas, Zamora (al que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, Calvario de marfil propiedad del Monasterio de San José (carmelitas descalzas), en Medina del Campo, Valladolid (al que agradecemos nos permita divulgar la imagen).









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, Cristo del siglo XVIII adornado con una cruz de tipo filipino, perteneciente al altar de la iglesia de San Pedro de Mucientes, Valladolid (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, retablo de la iglesia de Mucientes, en Valladolid (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen).









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, Cristo portando la cruz en una hornacina de la iglesia de Mucientes, Valladolid (al que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, de magnífico Crucificado románico, que se halla en la sacristía de la Colegiata de Cigales, Valladolid (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen).








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEA
S: Al lado, Cristo de la Ermita del Humilladero, de Mota del Marqués; conservado en el palacio de los Ulloa, por las Hermanas de la Compañía de El Salvador -Mater Salvatoris- (a las que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, Piedad; Virgen de las Angustias, atribuida a Adrián Álvarez; propiedad de la iglesia de San Martín en Mota del Marqués, Valladolid (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen).










JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes del Cristo yacente en su urna, para ser procesionado; propiedad de la iglesia de San Martín en Mota del Marqués, Valladolid (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen).









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, detalle del Cristo anterior, donde vemos que la talla está articulada, para bajarla de la cruz cada viernes santo y sacarla después en procesión. Abajo, foto de una de las paredes de la iglesia de San Nicolás, de Burgos, coronada por un Calvario (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen).









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes de un Cristo articulado del siglo XIII, procedente de la Iglesia de la Trinidad de Toro y expuesto en el Museo iglesia de Santiago de Toro, Zamora (al que agradecemos nos permita divulgar la imagen).










JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, Crucificado de Sebastián Antonio Picardo, o de Sebastián Ducete, propiedad de la Colegiata de Toro, Zamora (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). La imagen fue tomada durante La Noche Blanca; una velada en que se abren los templos de esta localidad, totalmente iluminados. Abajo, Cristo yacente, tallado por José de Rozas y conservado en la Colegiata de Toro, Zamora (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Añadimos que imagen fue tomada durante La Noche Blanca; una velada en que se abren los templos de esta localidad, totalmente iluminados.






JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEA
S: dos fotos tomadas en la iglesia del Santo Sepulcro, en Toro, Zamora
(a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Las imágenes fueron tomada durante La Noche Blanca; una velada en que se abren los templos de esta localidad, totalmente iluminados. En ella podemos ver un cristo yacente atribuido a Pedro Ducete.





JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEA
S: Al lado, otra imagen del Cristo anterior, atribuido a Pedro Ducete y expuesto en la iglesia del Santo Sepulcro de Toro. Abajo, Cristo del Santo Entierro, realizado en 1770, con papelón y lino; articulado para representar las escenas de la pasión. Actualmente depositado en la iglesia del Santo Sepulcro, en Toro, Zamora (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). La imagen fue tomada durante La Noche Blanca; una velada en que se abren los templos de esta localidad, totalmente iluminados








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEA
S: dos imágenes más de a iglesia del Santo Sepulcro de Toro. Al lado, un Crucificado atribuido a Pedro Ducete. Abajo, un Calvario de Esteban de Rueda, discípulo de Ducete. Cristo, junto al llanto de María bajo la Cruz. Las tallas se encuentran en la iglesia del Santo Sepulcro, en Toro, Zamora (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). La imagen fue tomada durante La Noche Blanca; una velada en que se abren los templos de esta localidad, totalmente iluminados.








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes de un Cristo románico, expuesto en el Museo iglesia de Santiago de los Caballeros, de Toro, Zamora (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). La imagen fue tomada durante La Noche Blanca; una velada en que se abren los templos de esta localidad, totalmente iluminados.









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, detalle de la sacristía en la catedral de Oviedo; donde vemos un Ecce Homo en una urna. Abajo, maravilloso Cristo románico del convento de San Salvador, de Palacios de Benaver, Burgos (al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
dos imágenes de un Ecce Homo, atribuido a Diego de Siloé; que se halla en la catedral de Palencia (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Destaca el parecido de esta talla con otra que se encuentra en San Gil Abad, de Burgos y que hemos recogido anteriormente.










JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes de la parroquia de Pinilla de Toro, Zamora (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). En ella observamos diferentes tallas cercanas a seguidores de Ducete (también llamados Escuela de Toro).







BAJO ESTAS LÍNEAS: Cristo gótico de la iglesia de Santa Ma., en Carmona, Sevilla (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).




JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEA
S: dos imágenes de un cristo yacente atribuido a Gregorio Fernández (y su taller), expuesto en la iglesia Museo de San Antolín, en Tordesillas, Valladolid (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).







JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, Calvario atribuido a Inocencio Berruguete y a Fernando Rincón, expuesto en la iglesia Museo de San Antolín, en Tordesillas, Valladolid (a la que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Abajo, Paso ceremonial de Semana Santa, entrando a la iglesia de San Miguel, en Valladolid (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen).








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, Calvario que preside el Convento de San Pablo, de Toledo (al que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, Cristo yacente de la iglesia de San Martín de Segovia capital (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen).









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, detalle de una Piedad conservada en una hornacina de la iglesia de San Martín de Segovia (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, Cristo gótico primitivo de la iglesia de San Saturio, Soria (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen).








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Al lado, Ecce Homo de José de Mora en la Colegiata de Santa Ma. en Talavera de la Reina, Toledo (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, Llanto sobre el cuerpo de Cristo propiedad de la Colegiata de Santa Ma. en Talavera de la Reina, Toledo (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). A mi juicio, se trata de una pieza de Alejo de Vahía, muy semejante a la que se guarda en la iglesia de Santa Ma. Magdalena de Valladolid.









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, Chiho, junto a una pila benditera y una cruz en la Colegiata de Santa Ma. en Talavera de la Reina, Toledo (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, altar mayor en la iglesia del Monasterio de Tibaes, Braga, Portugal (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen).










JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes de la iglesia Museo de San Antolín, en Tordesillas, Valladolid (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Al lado, Chiho en la capilla de los Alderete. Abajo, Chiho junto a un Cristo yacente en su urna.








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEA
S: dos imágenes de un Cristo románico articulado, con varias “faltas”; tal como se expone en el Museo iglesia de Santiago de Toro, Zamora (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). La imagen fue tomada durante La Noche Blanca; una velada en que se abren los templos de esta localidad, totalmente iluminados.









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
dos imágenes de Cristos (yacente y en La Cruz) que se hallan en la iglesia de la Trinidad de Zamora, Toro (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). La imagen fue tomada durante La Noche Blanca; una velada en que se abren los templos de esta localidad, totalmente iluminados.









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Al lado, altar de Torremormojón, Palencia (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, Cristo atado, esculpido en el sigo XVII por la Escuela de Toro; tal como se expone en la iglesia de la Trinidad de Zamora, Toro (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). La imagen fue tomada durante La Noche Blanca; una velada en que se abren los templos de esta localidad, totalmente iluminados.








C) Sen no Rykiu y la Ceremonia del Té; su posible relación con una síncresis de la Eucaristía:

Para comprender mejor el significado de la Cermonia del Té y el de Sen no Rykiu, nos vamos a guiar por la obra de Okakura, Kakuzo-san. Profesor y filósofo, también llamado “Tenshi Okakura” (el ángel Okakura); fundador de la Facultad de Bellas Artes en Tokyo y una de las autoridades más significativas de la filosofía artística. Cuyo libro “EL LIBRO DEL TÉ: LA CEREMONIA DEL TÉ” (Cha-no-yu) que resumo en cita (2) es un clásico para entender el significado de este ritual. Un manual sobre el sentido de la belleza en Japón, que comienza diciendo:

El teísmo es un culto basado en la adoración de la belleza, tan difícil de hallar entre las vulgaridades de la trivial existencia cotidiana. Lleva a sus fieles a la inspiración de la pureza y la armonía, el sentido romántico del orden social y el misterio de la mutua misericordia. Es esencialmente el culto de lo Imperfecto, puesto que todo su esfuerzo tiende a realizar algo posible en esta cosa imposible que todos sabemos que es la vida” (…) la filosofía del té no es una simple estética, puesto que nos ayuda a expresar, conjuntamente con la ética y la religión, la concepción integral del hombre y de la naturaleza. Obligando a la limpieza, es una higiene” (...) “Quién sea incapaz de discernir en sí mismo la insignificancia de las grandes cosas, estará mal preparado para apreciar la grandeza de las pequeñas cosas en los demás. Cualquier occidental, en su frivolidad superficial, no verá en la ceremonia del té más que una de las mil rarezas pueriles que constituyen el encanto y el misterio del Extremo Oriente”.

Siendo así como “encara” Tenshi Okakura la exposición sobre este tema, que en su segundo capítulo explica “Las escuelas del Té”, del siguiente modo:

El té es una obra de arte y necesita de la mano de maestro para manifestar sus nobles cualidades. Hay té bueno y té malo, como hay buena pintura y pintura mala, y existen tan pocas recetas para hacer un té perfecto como reglas para pintar un buen Ticiano o un Sesson” (...) “El Japón, que ha seguido las vías de la civilización china, ha conocido el té en sus tres fases. Leemos que en el año 729 el emperador Shomu ofreció el té a cien monjes en su palacio de Nara. Las hojas habían sido importadas por medio de nuestros embajadores en la corte Tang y fueron preparadas según la moda del tiempo” (...) “En el siglo quince, bajo el dominio del Shogun Ashikaga-Voshinasa, la ceremonia del té está definitivamente constituida y establecida en su forma independiente y secular, y desde entonces el teísmo queda plenamente establecido en el Japón”.

Continua Tenshi Okakura su siguiente capítulo, relatando la unión entre esta ceremonia el taoismo y el zen; escribiendo:

El parentesco del zennismo y del té es proverbial. Ya hemos hecho notar que el ceremonial del té es un desarrollo del ritual Zen. El nombre del fundador del taoísmo, Laotsé, va íntimamente ligado a la historia del té” (...) “El taoísmo, como su sucesor el zennismo, representa el esfuerzo individualista del espíritu chino meridional, en oposición con el comunismo de la China septentrional que tiene su expresión en el confucianismo” (...) “Quién hace de sí mismo un maestro del arte de la vida es para el taoísta el Hombre Verdadero. Desde su nacimiento, entra en el reino de los sueños, para no despertar a la realidad hasta el momento de la muerte. Atenúa su propio resplandor para poder sumergirse en la oscuridad de los demás”. Prosiguiendo el autor, con el relato de lo que es y lo que significa “la estancia del té”, que define como: “Es también la Casa del Vacío, por su falta de ornamentación que permite colocar en ella, libremente, lo indispensable para satisfacer un capricho estético pasajero. Y es también la Casa de la Asimetría, por estar consagrada al culto de lo Imperfecto, y que siempre queda voluntariamente algo inacabado a fin de que la imaginación pueda acabarlo a su gusto” (...) “La creación de este primer santuario del té, es debida a Shenno-Soyeki, más generalmente conocido en el nombre de Rikiu, el más grande de los grandes maestros del té. El fue quién en el siglo dieciséis, bajo el patronato de Taiko-Hideyoshi instituyó el ceremonial del té y llevó sus formalidades al más alto grado de perfección. Un célebre maestro del té, de siglo quince, llamado Jowo, determinó primero las proporciones de la cámara del té”.

Finaliza este libro, Tenshi Okakura; con el relato de la muerte del filósofo del arte, Rykiu, describiéndola del siguiente modo:

Los Maestros del Té han traído al arte numerosas aportaciones. Han revolucionado enteramente la arquitectura clásica, y la decoración interior ha creado un nuevo estilo del que nos hemos ocupado al hacer la descripción de la Cámara del Té, estilo cuya influencia se encuentra en los palacios y en los monasterios construidos desde el siglo sexto” (...) “Vieja era la amistad que unía a Rikiu y al Taiko Hideyoshi, y alta la estima en que el gran guerrero tenía al Maestro del Té; pero la amistad de un déspota es siempre un peligroso honor. Era un tiempo en que reinaba la traición y los hombres no depositaban su confianza ni en su más próximo pariente".

"Rikiu no era un cortesano servil y algunas veces había tenido la audacia de contradecir a su orgulloso señor; con lo cual, aprovechando la frialdad que reinaba desde algún tiempo ente el Taiko y Rikiu, los enemigos de este último lo acusaron de haber tomado parte en un complot para asesinar al déspota. Murmuran al oído de Hideyoshi que el fatal brebaje debía serle administrado en forma de bebida verde, preparada por el Maestro mismo”.

La menor sospecha bastaba a Hideyoshi para decidir una inmediata ejecución y todo recurso era inútil ante su voluntad irritada; el único privilegio que consentía a quien había condenado, era el honor de morir por su propia mano. El día fijado para su propio sacrificio, Rikiu invitó a sus discípulos predilectos a la última ceremonia del té" (...)

"Después, conforme a la etiqueta, el invitado de mayor categoría pide permiso para examinar el servicio de té (...) les hace presente de ellas a título de recuerdo. Sólo guarda para sí el bols. "Que jamás esta copa, mancillada por los labios de la desgracia, sirva para otro hombre." Y rompe la taza en mil pedazos”.

Rikiu, entonces, se despoja de su kimono, lo pliega cuidadosamente sobre la esterilla y aparece vestido con el traje de la muerte, de una blancura inmaculada. Mira con ternura la hoja brillante del puñal fatal y le dirige estos versos exquisitos:

`¡Sé bienvenida,

Oh, Espada de la eternidad!

A través de Buda

Y a través de Dharma, igualmente,

Te has abierto tu vida´.

Con la expresión sonriente, Rikiu ha pasado al gran misterio de lo ignoto”.

Hemos querido resumir “El libro del Té” de Tenshi Okakura, recogiendo cómo fue la muerte del maestro Rykiu, impuesta por Hideyoshi. Todo lo que en estudios anteriores comentábamos con las siguientes palabras: El suicidio de Sen No Rykiu -no me extrañaría- tuviese relación con la transfiguración y la Ceremonia del Té. Queriendo quizás crear Hideyoshi, su propio Cristo; o bien pensando, que las gentes posiblemente seguirían a Sen no Rykiu como un filósofo religioso -en paralelo con el catolicismo y realizando el rito del té, “en conmemoración suya”-. Por todo cuanto narramos, el jefe de los sacerdotes emigrados, llamado Valignano; recalcó en la necesidad de que los misioneros apreciaran este arte. Ordenando que cada residencia jesuita importante tuviera un salón de té -al modo de Sen Rykiu-, donde la ceremonia pudiera realizarse con el debido decoro, para honrar a los visitantes distinguidos. Algunos de los misioneros más experimentados eran expertos en este tema y Joáo Rodrigues escribió -en su História da Igreja do Japáo- el modo en que muchos de los cristianos conversos; fueron destacados por su habilidad y percepción de este rito "teístico". Destacando entre ellos el famoso noble Takayama Ukon; que creó escuela en su discernimiento de los valores estéticos relacionados con el arte de la ceremonia de esta bebida. Asimismo, tres de los siete famosos discípulos del gran Sen no Rykiu, eran cristianos y participaron con el gran filósofo en difundir la referida ceremonia -SIC. MEMORIA DEL ARTE NAMBÁN: Angel Gómez-Morán, ver cita (1) - .



SOBRE JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEA
S: tres imágenes del Cristo yacente en su urna, propiedad de la iglesia de La Asunción, en Tudela de Duero, Valladolid (a la que agradecemos nos permita divulgarlas).






JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEA
S: Al lado, Piedad que se halla en la Colegiata de Pravia
(a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, Piedad que se encuentra en el altar mayor de la iglesia de Nuestra Sra. de la Asunción, en Tudela de Duero (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Observemos el paralelismo entre ambas y su posible relación con la escuela de Diego de Tiedra.







BAJO ESTAS LÍNEAS: Chiho junto a un Calvario, obra probable de Manuel Álvarez; en la iglesia de la Asunción, de Tudela de Duero (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen).





JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Cristo tardo románico de la iglesia castillo de Turégano, Segovia (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen).










JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEA
S: Al lado, Cristo yacente y Dolorosa, en uno de los retablos de la catedral de Tuy, Pontevedra (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, Dolorosa de Juan Alonso Villabrille Ron; y Cristo yacente, de Gregorio Fernández, en la iglesia de San Miguel y San Julián, de Valladolid (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen).










JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes del retablo del Calvario en la Colegiata de Bolea, Huesca (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen).











JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes de Valle del Bohí, Lérida. Al lado, Cristo románico de San Clemente de Taüll (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, Calvario y Descendimiento románico que se conserva en la iglesia de Santa Eualia en Erill-la Vall (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen).






BAJO ESTAS LÍNEAS: Descendimiento románico que se conserva en la iglesia de Santa Eualia en Erill-la Vall (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen).





JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes de la ermita de Villalba de los Alcores, Palencia y su atrio; con un Crucificado tardo gótico.










JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes de la iglesia de San Pedro en Villalpando, Zamora (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Al lado, un cristo gótico tardío. Abajo, Cristo yacente en su urna.










JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, otro Crucificado gótico tardío de la la iglesia de San Pedro en Villalpando, Zamora (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, una talla semejante a la anterior, en este caso perteneciente a la iglesia de Villamayor de Campos, Palencia (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen).









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, Piedad que se conserva en la iglesia de Villamayor de Campos, Palencia (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, otra Piedad que se conserva en la misma iglesia de Villamayor de Campos.






JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEA
S: Al lado, interior de la iglesia de Villaviciosa, en Asturias (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, Cristo de marfil que se conserva en el Museo de la Colegiata de Villagarcía de Campos, Valladolid (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen).










JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, altar y retablo en la iglesia de San Francisco, de Guimaraes; Portugal (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, uno de los altares capillas de San Francisco Javier, en Évora, Portugal -famosa por su osario- (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen).









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, otro altar retablo, en la iglesia de San Francisco, de Guimaraes; Portugal (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, uno de los altares de la iglesia de Gumiel de Izán, Burgos (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen).








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Al lado, altar semejante a los anteriores, en este caso perteneciente a a parroquia Moncorvo, Palencia (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, otro altar similar, existente en la iglesia de Lagartera, Toledo (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen).










JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, Cristo de la iglesia de Tentudía, en Calera de León, Badajoz (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, estandarte de navío, expuesto en el Museo Naval de Madrid (al que agradecemos nos permita divulgar la imagen).










JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, retablo del altar mayor de la Colegiata de Pravia, Asturias (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, cruz en Viana de Alentejo, Portugal; juego de sombras que recogemos como alguna de nuestras últimas imágenes, en este artículo.









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEA
S: dos imágenes de El Monasterio de El Parral, en Segovia (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Al lado, altar mayor y retablo. Abajo, foto de una de sus sargas, pintadas por Sánchez Coello (muy similares a las que también tiene San Eutropio de El Espinar).











JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos Cristos en marfil indoportugueses, que se exponen en el Museo de San Francisco Javier, de Évora; Portugal (al que agradecemos nos permita divulgar la imagen).










JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, de nuevo, el mismo Crucificado en marfil. Abajo, otra imagen de Évora; en este caso una cruz sostenida sobre una columna y un capitel visigodo (que se encuentra en una urna).










JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, Cristo que preside la iglesia de Santiago en Medina de Rioseco, Valladolid (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, Crucificado del mismo altar visto con el retablo al fondo.






BAJO ESTAS LÍNEAS: Cristo yacente de la iglesia de Santa Ma. de Mediavilla, en Medina de Rioseco, Valladolid (a la que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Se trata de una talla perteneciente a la Cofradía del Santo Sepulcro, obra de Mateo Enríquez o de Pedro de Bolduque; encargada a fines del siglo XVI para ser procesionada los Viernes Santos -como aún sigue saliendo-.




JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Al lado, Chiho mirando el famoso Ecce Homo, obra de Gregorio Fernández, que guarda el Museo Diocesano y Catedralicio de Valladolid
(al que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, Llanto sobre el Cuerpo de Cristo; obra de Alejo de Vahía expuesta en el Museo Diocesano y Catedralicio de Valladolid (al que agradecemos nos permita divulgar la imagen).








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Al lado, Cruz procesional de Gajos, hecha en plata y expuesta en el Museo Catedralicio de Burgos
(al que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, famoso Cristo de Burgos; hallado flotando en el mar y cuyo donante entregó en el siglo XV varios huevos de enorme tamaño, para que se pusieran bajo la Cruz. Con el fin de rememorar que en el momento de su rescate del agua, tenía un nido de golondrinas en su parte baja -recordemos cómo se decía que las golondrinas habían quitado la corona de espinas a Cristo-. Finalmente, se ha descubierto que estos huevos no eran de avestruz, tal como se pensaba; sino de dinosaurio, por cuanto su valor en la época en que fueron regalados era incalculable.






JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Al lado, Piedad en el tímpano de entrada, a la puerta exterior de La Cartuja de Burgos. Abajo, Chiho junto a una de las puertas de La Catedral de Burgos, en cuyo tímpano se halla esculpido un Calvario.








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Al lado, Chiho junto al famoso Entierro de Cristo, obra cumbre de Juan de Juni esculpida hacia 1544; tal como se expone en el Museo de Escultura de Valladolid, Colegio de San Gregorio
(al que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, detalle de uno de los personajes de este conjunto escultórico, que se identifica con José de Arimatea.




FINAL: LA IBERIA DE ANGEL Y CHIHO:

La Iberia de Angel y Chiho es un homenaje a la cultura y civilización hispana. Su título refiere el primer gran libro escrito sobre nuestra Península (sita al extremo occidente mediterráneo): LA IBERIA de Estrabón. En esta serie de artículos tratamos sobre nuestras tierras, rememorando sus ancestros y recordándolos desde un tiempo anterior a los helenos. Quienes conservaron su recuerdo histórico llamando Iberia a toda la Península, y concibiéndola ya como un territorio unido culturalmente (a menos, desde el siglo VI a.C.; tal como hizo Heródoto). Al final del presente capítulo, explicamos la idea de esa “Iberia de Angel y Chiho”; que surgió tras los centenares de miles de kilómetros que hubimos de recorrer, ejerciendo nuestra profesión o estudiando España. Viajes culturales o de trabajo, en los que tomamos más de un millón de fotografías. Visitando toda la Península y quedando enamorados de estas tierras cuyo valor histórico ha sido inigualable (al menos hasta hace decenios). Con el fin de que no se pierdan muchos de los rasgos estéticos e intelectuales propios de la Península -caracteres que va borrando la nueva civilización y las modas recientes-. Recopilamos estas fotos, ideas o datos, en memoria de todos aquellos que construyeron y mantuvieron algunos de los lugares más bellos e interesantes del Mundo. Homenajeando así a esta Iberia, que mi mujer y yo tanto hemos querido; y de la que tanto hemos disfrutado.

Hace más de tres décadas, me casé Chiho; y desde los primeros años, tuvimos que recorrer España y Portugal. Viajábamos por motivos de trabajo e interesados en el estudio de nuestra cultura; recorriendo cientos de miles de kilómetros y visitando todo lugar que alcanzábamos. Nuestro fin fue promocionar productos, dar a conocer España en Japón, o bien estudiar cada esquina de la Península (para comprender nuestra civilización). Pero cuando teníamos compendiado un gran archivo, con el que podríamos publicar obras, se produjo un desastre: Una inundación sucedida en Madrid el 23 de junio de 1995 afectó a nuestro despacho, destruyendo las fotos y la documentación que habíamos acumulado hasta entonces. Aquella terrible riada se llevó también mis estudios y todo lo que había escrito hasta esos días (incluso grabaciones y composiciones). Debido a ello, de aquellos primeros viajes nuestros, apenas quedaron algunas fotos. Finalmente, pocos años después de la inundación que asoló nuestro archivo, apareció el sistema digital. Y con esta nueva tecnología volvimos a fotografiar nuestras rutas por Iberia, rehaciendo así esta labor de estudio y compilación, que hoy vamos divulgando.





JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Dos fotografías de nuestra boda, tomadas treinta y dos años atrás por el empresario y fotógrafo: Roy Uéhara.










............................................................

CITAS:

(1)- MEMORIA DEL ARTE NAMBÁN: Villagarcía de Campos, Valladolid, Tordesillas, Toro y Piña de Campos

Parte Primera

http://artesimbologiayhumanismo.blogspot.com/2022/06/memoria-del-arte-namban-villagarcia-de_55.html

Para leer la segunda parte, pulsar: https://artesimbologiayhumanismo.blogspot.com/2022/06/loscapitulos-se-desarrollan-en-un-texto.html

Para llegar a la tercera parte, pulsar: https://artesimbologiayhumanismo.blogspot.com/2022/06/memoria-del-arte-namban-villagarcia-de_2.html

Para las citas a pie de página, pulsar: https://artesimbologiayhumanismo.blogspot.com/2022/06/memoria-del-arte-namban-villagarcia-de.html

(2)- Kakuzo Okakura. El libro del té : la Ceremonia del Té japonesa (Cha no Yu).

Madrid : Miraguano,1996

SIC DE DIFERENTES PÁGINAS

En el siglo quince, el Japón le dio patente de nobleza e hizo de él una religión estética: el teísmo.

El teísmo es un culto basado en la adoración de la belleza, tan difícil de hallar entre las vulgaridades de la trivial existencia cotidiana. Lleva a sus fieles a la inspiración de la pureza y la armonía, el sentido romántico del orden social y el misterio de la mutua misericordia. Es esencialmente el culto de lo Imperfecto, puesto que todo su esfuerzo tiende a realizar algo posible en esta cosa imposible que todos sabemos que es la vida”.

Considerada en la acepción vulgar de la palabra, la filosofía del té no es una simple estética, puesto que nos ayuda a expresar, conjuntamente con la ética y la religión, la concepción integral del hombre y de la naturaleza. Obligando a la limpieza, es una higiene; es también una economía, porque demuestra que el bienestar reside más en la simplicidad que en la complejidad y en lo superfluo; es una geometría moral, porque define el sentido de nuestra proporción respecto al Universo. Y, finalmente, representa Oriente, puesto que hace de todos sus adeptos unos aristócratas del buen gusto”.

Quién sea incapaz de discernir en sí mismo la insignificancia de las grandes cosas, estará mal preparado para apreciar la grandeza de las pequeñas cosas en los demás. Cualquier occidental, en su frivolidad superficial, no verá en la ceremonia del té más que una de las mil rarezas pueriles que constituyen el encanto y el misterio del Extremo Oriente”.

¡Cuántos comentarios no ha suscitado el código de los samuráis, este Arte de la Muerte, al que con tanto júbilo hacen nuestros soldados ofrenda de sus vidas! Pero nadie presta atención al teísmo, que no obstante representa tan bien nuestro Arte de la Vida”.

¿Cuándo logrará Occidente comprender o tratar de comprender a Oriente?

Muchas veces, nosotros, asiáticos, quedamos horrorizados de la extraña red de hechos e invenciones en que se nos envuelve”.

II LAS ESCUELAS DEL TÉ

El té es una obra de arte y necesita de la mano de maestro para manifestar sus nobles cualidades. Hay té bueno y té malo, como hay buena pintura y pintura mala, y existen tan pocas recetas para hacer un té perfecto como reglas para pintar un buen Ticiano o un Sesson”.

El Japón, que ha seguido las vías de la civilización china, ha conocido el té en sus tres fases. Leemos que en el año 729 el emperador Shomu ofreció el té a cien monjes en su palacio de Nara. Las hojas habían sido importadas por medio de nuestros embajadores en la corte Tang y fueron preparadas según la moda del tiempo. En 801 el monje Saicho trajo algunas semillas y fueron plantadas en el Yeisan. Durante varios siglos se mencionan los jardines del té y el gran placer que la aristocracia y el clero encuentran en esta bebida. El té Song nos llegó en 1191, cuando el regreso de Yeisaizenji que había ido a estudiar la escuela meridional de Zen. Se plantaron las nuevas semillas en tres lugares distintos y se reprodujeron maravillosamente, especialmente en el distrito de Uji, cerca de Kioto, que tiene hoy todavía la reputación de producir el mejor té del mundo. El Zen meridional se impuso con asombrosa rapidez y con él el ritual y el ideal del té de los Song. En el siglo quince, bajo el dominio del Shogun Ashikaga-Voshinasa, la ceremonia del té está definitivamente constituida y establecida en su forma independiente y secular, y desde entonces el teísmo queda plenamente establecido en el Japón”.

III TAOISMO Y ZENNISMO

El parentesco del zennismo y del té es proverbial. Ya hemos hecho notar que el ceremonial del té es un desarrollo del ritual Zen. El nombre del fundador del taoísmo, Laotsé, va íntimamente ligado a la historia del té”.

El taoísmo, como su sucesor el zennismo, representa el esfuerzo individualista del espíritu chino meridional, en oposición con el comunismo de la China septentrional que tiene su expresión en el confucianismo”.

Hemos dicho que en el taoísmo, lo Absoluto era lo relativo. En ética, los taoístas negaban las leyes y los códigos morales de la sociedad, porque para ellos el bien y el mal eran cosas relativas. Una definición encierra siempre una idea de limitación. Las ideas de fijeza e inmutabilidad no son sino un alto en el desarrollo”.

La Relatividad busca la Adaptación; la Adaptación es el Arte. El arte de la vida consiste en la adaptación constante al medio ambiente. El taoísta acepta el mundo tal como es, y al revés de los confucianos y budistas, procura encontrar belleza en nuestro mundo de miserias y preocupaciones”.

Los taoístas pretendían que la comedia de la vida podría ser más interesante si cada cual supiese guardar el sentido de la unidad. Según ellos, conservar la proporción de las cosas y dejar sitio a los demás sin perder el suyo propio, es el secreto del éxito en el drama de la vida”.

Estas ideas taoístas han tenido una gran influencia sobre nuestras teorías de la acción. Incluso sobre la esgrima y la lucha. El jiu-jitsu, el arte japonés de la defensa, debe su nombre a un pasaje del Tao-teiking. En el jiu-jitsu, se procura vencer la fuerza y la resistencia del contrario por la no resistencia, conservando la propia fuerza para la lucha final”.

Quién hace de sí mismo un maestro del arte de la vida es para el taoísta el Hombre Verdadero. Desde su nacimiento, entra en el reino de los sueños, para no despertar a la realidad hasta el momento de la muerte. Atenúa su propio resplandor para poder sumergirse en la oscuridad de los demás”.

IV LA CÁMARA DEL TÉ

La cámara del té (el Sukiya), no pretende ser más que una humilde mansión de aldeano, una choza de paje, así como nosotros la llamamos. Los caracteres ideográficos originales empleados en la palabra Sukiya significan la Casa de la Fantasía”.

Es también la Casa del Vacío, por su falta de ornamentación que permite colocar en ella, libremente, lo indispensable para satisfacer un capricho estético pasajero. Y es también la Casa de la Asimetría, por estar consagrada al culto de lo Imperfecto, y que siempre queda voluntariamente algo inacabado a fin de que la imaginación pueda acabarlo a su gusto”.

Los ideales del Teísmo han ejercido, desde el siglo dieciséis, una tan grande influencia sobre nuestra arquitectura, que los interiores corrientes del Japón contemporáneo, dan al extranjero la impresión de estar casi vacíos, a causa de su extrema simplicidad y de la pureza de la decoración”.

La creación de este primer santuario del té, es debida a Shenno-Soyeki, más generalmente conocido en el nombre de Rikiu, el más grande de los grandes maestros del té. El fue quién en el siglo dieciséis, bajo el patronato de Taiko-Hideyoshi instituyó el ceremonial del té y llevó sus formalidades al más alto grado de perfección. Un célebre maestro del té, de siglo quince, llamado Jowo, determinó primero las proporciones de la cámara del té. En el principio, este recinto fue sólo una parte del gran salón, aislado del resto por biombos. La parte así aislada recibió el nombre de Kakoi, que quiere decir recinto, y este nombre lo conservan todavía las habitaciones para el té que se encuentran en una casa, en lugar de constituir un pabellón separado. Pero el verdadero Sukiya se compone, en primer lugar, de la cámara del té propiamente dicha, en la que no deben caber más de cinco personas, como lo dice el proverbio al ordenar:

"más que las Gracias y menos que las Musas"; de una antesala, en la cual se lavan y preparan los utensilios indispensables para hacer el té, a la que se da el nombre de "midsuya"; de un pórtico, "machiai", en el que los invitados esperan que se les ofrezca entrar en la cámara del té y de una avenida, el "roji", que conduce del pórtico a la casa del té. El recinto del té es de aspecto ordinario. Es más pequeño que las casas japonesas más diminutas y su decoración y materiales deben dar la impresión de una pobreza refinada. Pero no hay que olvidar, no obstante, que todo ello es el resultado de una premeditación artística profunda, y que en la ejecución del más mínimo detalle se ha puesto mayor atención y esmero que el que se emplea en la construcción de los templos más suntuosos”.

La simplicidad y purismo de los pabellones del té, es el resultado de la emulación inspirada por los austeros monasterios Zen. Estos monasterios se diferencian de los pertenecientes a las sectas budistas, en que están ante todo construidos para ser destinados a habitación monástica. Su capilla no tiene nada de religioso; es una sala de colegio en la que los estudiantes se reúnen para discutir y meditar. No tiene más adorno que un altar central en el que se levanta una estatua de Bodhi Dharma, fundador de la secta, o Sakyamouni, rodeado de Kaphiapa y de Ananda, los dos primeros patriarcas Zen”.

Todos los grandes maestros del té fueron discípulos de Zen, y todos se esforzaron en introducir en las cosas actuales de la vida, el espíritu del zennismo.

Y por esta razón, el recinto del té y cuanto es necesario a su ceremonia, es reflejo de las doctrinas Zen.

El nombre de Casa de la Fantasía que se da a la casa del té implica una estructura destinada a satisfacer las exigencias personales artísticas. El recinto del té está hecho para su dueño y no el dueño para el recinto. No está destinado a la posteridad y por consiguiente es efímero. Una de las costumbres más antiguas del Japón, ordena que cada uno debe tener su propia casa; la superstición Shinto manda que toda habitación sea evacuada a la muerte de su principal ocupante. Es muy posible que esta regla esté dictada por razones de higiene; acaso como el uso que exige a cada nueva pareja una nueva habitación.

Pero durante el siglo quince, gracias a la predominancia del individualismo Zen, esta vieja idea fue penetrada en un sentido más profundo en cuanto hace referencia al cuarto del té. El zennismo, de acuerdo con la teoría budista del caos, y sus esfuerzo para establecer el dominio del espíritu sobre la materia, consideró la casa únicamente como el refugio temporal del cuerpo. El cuerpo mismo no era sino una cabaña levantada en la soledad, un ligero refugio hecho con las hierbas que crecen a su alrededor, las que, en cuanto no estaban sujetas unas a otras se desvanecían en el caos original”.

El nombre de casa de la Asimetría, simboliza finalmente otra fase de nuestro sistema decorativo. Los críticos occidentales han escrito frecuentes comentarios sobre la falta de simetría que caracteriza a los objetos de arte japoneses. Esto no es sino una consecuencia de la elaboración de los ideales taoístas a través del zennismo. El confucianismo, con su idea profundamente arraigada del dualismo, y el budismo del Norte con su culto trinitario, no se oponen a la expresión de la simetría”.

En el recinto del té, el temor de la repetición está siempre presente; los diversos objetos que forman su decoración deben ser escogidos de manera que ninguna forma ni ningún color sean repetidos”.

V EL SENTIDO DEL ARTE

Las concesiones mutuas son la base de la comunión de simpatías necesaria para la concepción del arte. El espectador debe cultivar su propia aptitud para recibir el don; el artista debe saber cómo mandarlo. El maestro del Té Kobori-Enshiu, que era daimio, nos ha dejado esta sentencia memorable: "Acercaos a un gran pintor como os acercáis aun gran príncipe". Para comprender una obra maestra, inclinaos respetuosamente ante ella y esperad que os hable, aguantando vuestro aliento. Un célebre crítico de la época Song hizo una vez una confesión maravillosa. `Cuando era joven, ensalzaba el maestro cuyas obras me gustaban; a medida que mi juicio maduró me enorgullecía de admirar lo que los maestros habían escogido para hacerme amar.´”

Los grandes maestros son inmortales porque sus angustias y sus amores viven eternamente en nosotros. El alma es más potente que la mano; el hombre, que la técnica; y a causa de la comprensión intima entre el maestro y nosotros, llegamos a sufrir y a gozar con los héroes y las heroínas de los grandes poemas.

En la época en que el Teísmo estaba en su apogeo, los generales del Taiko se mostraban más satisfechos de recibir como recompensa de sus victorias, una obra de arte que una vasta extensión de territorio. Varios de nuestros dramas más famosos tiene como tema la pérdida y la recuperación de una célebre obra de arte”.

VI LAS FLORES

En la alegría y en la tristeza, las flores son nuestras amigas fieles. Comemos, bebemos, cantamos y bailamos con ellas. Nos bautizan y nos casamos con flores. No osamos morir sin ellas.

Alguien ha dicho que el hombre es, a los diez años, un animal; a los veinte, un loco; a los treinta, un fracasado; a los cuarenta, un falsario y a los cincuenta, un criminal. Acaso no llegue nunca a ser un criminal porque no ha cesado nunca de ser un animal. Lo único real para nosotros es el hambre, lo único sagrado, nuestros deseos. Todos los altares, unos tras otros, se han derrumbado ante nuestros ojos; uno solo subsiste eterno; aquel sobre el que incensamos nuestro ídolo supremo: nosotros mismos”.

Flores, si habitaseis el palacio del Mikado, encontraríais alguna vez un terrible personaje que se llama a sí mismo el maestro de las flores, armado de unas tijeras y de una sierrecilla. Se atribuye los derechos de un doctor, y por instinto lo odiaríais, pues no ignoráis que un doctor trata siempre de prolongar los sufrimientos de sus víctimas. Os cortaría, os doblaría, os torcería en todas las posiciones imaginables que juzgase útil imponeros. Torcería vuestros músculos y dislocaría vuestros huesos como un osteópata. Os quemaría con carbones ardientes para restañar vuestra sangre y os hundiría alambres en la carne para activar vuestra circulación. Os teñiría con sal, vinagre, alumbre o vitriolo”.

VII LOS MAESTROS DEL TÉ

Los Maestros del Té afirmaban que el verdadero sentido del arte sólo es posible a quienes sienten del arte su influencia viviente”.

Los Maestros del Té han traído al arte numerosas aportaciones. Han revolucionado enteramente la arquitectura clásica, y la decoración interior ha creado un nuevo estilo del que nos hemos ocupado al hacer la descripción de la Cámara del Té, estilo cuya influencia se encuentra en los palacios y en los monasterios construidos desde el siglo sexto”.

Todos los jardines del Japón han sido dibujados por los Maestros del Té y se puede considerar como seguro que nuestro arte de la cerámica no hubiese jamás alcanzado la perfección si los Maestros del Té no le hubiesen prestado su inspiración; la fabricación de los utensilios del té necesita por parte de nuestros artífices una gran parte de inspiración”.

Vieja era la amistad que unía a Rikiu y al Taiko Hideyoshi, y alta la estima en que el gran guerrero tenía al Maestro del Té; pero la amistad de un déspota es siempre un peligroso honor. Era un tiempo en que reinaba la traición y los hombres no depositaban su confianza ni en su más próximo pariente.

Rikiu no era un cortesano servil y algunas veces había tenido la audacia de contradecir a su orgulloso señor; con lo cual, aprovechando la frialdad que reinaba desde algún tiempo ente el Taiko y Rikiu, los enemigos de este último lo acusaron de haber tomado parte en un complot para asesinar al déspota. Murmuran al oído de Hideyoshi que el fatal brebaje debía serle administrado en forma de bebida verde, preparada por el Maestro mismo”.

La menor sospecha bastaba a Hideyoshi para decidir una inmediata ejecución y todo recurso era inútil ante su voluntad irritada; el único privilegio que consentía a quien había condenado, era el honor de morir por su propia mano. El día fijado para su propio sacrificio, Rikiu invitó a sus discípulos predilectos a la última ceremonia del té. A la hora prescrita los invitados se reunieron tristemente bajo el pórtico; al recorrer sus miradas los caminos del jardín, los árboles parecían temblar y oyeron pasar por los murmullos de sus hojas los suspiros de los fantasmas sin asilo. Las linternas de piedra gris parecían centinelas solemnes ante las puertas de Hadés. Pero un efluvio de incienso llegó hasta ellos procedente de la Cámara del Té; es la señal que convida a los invitados a entrar. Uno a uno avanzaron y tomaron sus puestos; en el Tokonoma se halla suspendido un kakemono en el que están escritas las maravillosas reflexiones de un viejo monje sobre el aniquilamiento de las cosas

terrenales.

Después, conforme a la etiqueta, el invitado de mayor categoría pide permiso para examinar el servicio de té. Rikiu pone delante de ellos los diferentes objetos y el kakemono. Cuando han expresado la admiración que les produce la belleza de estas piezas maravillosas, Rikiu les hace presente de ellas a título de recuerdo. Sólo guarda para sí el bols. "Que jamás esta copa, mancillada por los labios de la desgracia, sirva para otro hombre." Y rompe la taza en mil pedazos.

La ceremonia ha terminado; los invitados, reteniendo apenas sus lágrimas le dan el adiós postrero y abandonan la Estancia. Al ruego de Rikiu, uno solo, el más querido de todos, permanecerá y asistirá a su fin, Rikiu, entonces, se despoja de su kimono, lo pliega cuidadosamente sobre la esterilla y aparece vestido con el traje de la muerte, de una blancura inmaculada. Mira con ternura la hoja brillante del puñal fatal y le dirige estos versos exquisitos:

¡Sé bienvenida,

Oh, Espada de la eternidad!

A través de Buda

Y a través de Dharma, igualmente,

Te has abierto tu vida.

Con la expresión sonriente, Rikiu ha pasado al gran misterio de lo ignoto”.